El Golpe de 1966
"En este ambiente ocurrió el Golpe. El digno y honesto presidente Illia, según una versión poco discutida, recibió al General Julio Alzogaray, encargado de comunicarle su destitución el 28 de junio de 1966, con una expresión Significativa: "¿Quién es usted?", "Vengo a traer la orden del comandante en jefe…"fue la primera respuesta. "Yo soy el comandante en jefe de las fuerzas armadas y usted un vulgar faccioso que usa sus armas y sus soldados desleales para violar la ley. No es más que un bandido.Y le repito que yo soy el comandante en jefe y le ordeno salir". "Si insiste –respondió Alzogaray– nos veremos obligados a usar la fuerza". Ustedes ya la han usado –dijo Illia– y la seguirán usando.Yo estoy aquí, no para defender intereses personales sino por haber sido elegido por el pueblo para defender la ley y la Constitución (…)".
Extraído de Historia de los argentinos. Tomo II de C.A. Floria y C. García Belsunce, Editorial Larousse.
Los tiempos de la Revolución Argentina
"Según el historiador Luis Alberto Romero la Revolución Argentina tuvo intenciones de llevar adelante cambios profundos en la sociedad argentina, por lo que propusieron un plan con etapas:
1º: –tiempo económico– consolidar la economía.
2º: –tiempo social– atender las necesidades sociales.
3º: –tiempo político– modificar las instituciones para adaptarlas a un modelo político corporativo que reemplazara a la democracia republicana".
Extraído de Historia Argentina - Polimodal de M. Cecilia de la Rosa y C. Gómez, EDIUNC.
Los tres tiempos de Onganía
"Onganía declaró que el "tiempo económico" se extendería todo lo que fuese necesario hasta lograr paz social y estabilidad económica, realizar grandes obras de infraestructura para "la modernización y la integración física de país", racionalizar la administración pública, mejorar la situación presupuestaria de las provincias y sentar las bases de concordancia y respeto a la autoridad. Luego, en su debido momento, llegarían los ajustes de contenido social: en el "tiempo social" sería posible distribuir con justicia los beneficios de un desarrollo hecho posible por el ordenamiento que se lograría en el tiempo económico. Y, finalmente, cuando se hubieran alcanzado los objetivos anteriores llegaría el "tiempo político": allí culminaría la "revolución argentina" mediante la transferencia de poder político a las instituciones de un Estado que sería muy diferente del Estado liberal democrático que existía hasta el 28 de junio de 1966. Onganía entendía que en el tiempo político debería lograrse el ensamble del Estado con la comunidad organizada, sobre otras bases que no serían los partidos políticos".
Extraído de Historia Argentina 1955-1976, de E. Alonso y C. Vazquez, Ed. Aique.
"La vieja polìtica ha terminado". Un nuevo estado burocrático autoritario
"En noviembre de 1966, el ministro del Interior Enrique Martínez Paz declaró: "la vieja política ha terminado definitivamente. Los partidos políticos fomentaron la división del pueblo por su falta de representatividad real, su inautenticidad y su egoísmo; y porque son expresión de intereses parcializados que no coinciden con el interés nacional y constituyen una pugna entre facciones artificialmente cristalizadas en torno a banderas ideológicas". Por su parte, en diciembre de ese mismo año, Onganía afirmó: "los partidos político algún día tendrán que ser reemplazadas por otras organizaciones, igualmente políticas, basadas en una comunidad revitalizada y orientadas por el ideal antes que por el prejuicio, con lealtad primaria a la Nación, antes que al grupo". Desde su punto de vista, en el futuro, la participación política tenía que canalizarse por medio de organizaciones o grupos intermedios funcionalmente especializados, y concentrarse en el municipio al que Onganía consideraba "célula de la comunidad".
Extraído de Historia Argentina 1955-1976 de E. Alonso y C. Vazquez, Ed. Aique.
Política de censura