El nuevo rol de las Fuerzas Armadas

"Desde 1955, pero sobre todo después de 1959, el contexto internacional deformaba y dramatizaba los enfrentamientos propiamente argentinos; justificaba, en el plano profesional, la intrusión de los militares en la vida política. La reformulación de los objetivos y de las hipótesis de guerra convirtió al Ejército de guardián de las fronteras en garante del orden político y social. Así, la lucha contra la "subversión comunista", contra un "enemigo interno", comenzó a legitimar el poder militar borrando fronteras entre defensa nacional y activismo político. Para los militares ultraliberales, el anticomunismo era una prolongación del antiperonismo."

Extraído de Poder militar y sociedad política en la Argentina, 1943-1973 de Alain Rouquié.

Sobre la Doctrina de Seguridad Nacional

"Para las fuerzas armadas latinoamericanas la adopción de la Doctrina de la Seguridad Nacional significó abandonar la Doctrina de la Defensa Nacional, que concebía la organización de las fuerzas armadas del país el concepto clásico de "nación en armas y consideraba como hipótesis de guerra la provocada por un enemigo externo a las fuerzas nacionales. La Doctrina de la Seguridad Nacional, en cambio, aceptaba la integración de las fuerzas armadas nacionales en los dispositivos internacionales de defensa creados por Estados Unidos y definía como hipótesis de conflicto los provocados por un "enemigo interno". Establecía como tarea de las fuerzas militares locales controlar las "fronteras ideológicas", vigilar las actividades políticas de la ciudadanía y, eventualmente, reprimir las manifestaciones políticas de los ciudadanos que, desde su punto de vista, fueran "subversivas".

Fragmento de Historia. El mundo contemporáneo de M. Alonso y otros.

La noche de los Bastones Largos en la Universidad

"El gobierno de Onganía veía con sospecha a las universidades, en tanto las concebía como un semillero de ideas que podían transformarse en críticas al gobierno, intentando lograr un control de las líneas de pensamiento y conocimiento que se transmitían en las universidades, decidió intervenirlas y eliminar el régimen de cogobierno que permitía a los estudiantes participar de las decisiones de la casa de estudio. Entonces, alumnos y profesores decidieron tomar sus respectivas facultades para oponerse a esta medida. La respuesta del gobierno a esta resistencia no se hizo esperar. En la noche del 29 de julio de 1966 la policía entró a las facultades con la orden desalojarlas, sin ningún tipo de restricciones. Detuvieron a alumnos y profesores y, obligándolos a retirarse, los golpearon duramente con sus bastones. Este hecho, conocido como "la noche de los bastones largos", significó un duro golpe al desarrollo académico y científico del país, a raíz del cual, muchos profesores fueron despedidos y otros renunciaron y debieron exiliarse fuera del país".

Extraído de Historia. Argentina y el mundo en la segunda mitad del siglo XX, Ed. Santillana.

Mafalda y Quino

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